Los dones del Espíritu Santo son para edificar y fortalecer al pueblo de Dios. En este tiempo que nos preparamos para celebrar la fiesta de Pentecostés hoy reflexionamos sobre el don de Piedad.
El don de piedad es sinónimo de amistad con Dios, pues nos hace participar de sus sentimientos, nos permite estar abiertos a su voluntad, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.
Los cristianos reconocemos que si Dios vive su alianza con el hombre de manera tan envolvente, el hombre, a su vez, se siente también invitado a ser piadoso con todos. Por eso, el don de piedad nos impulsa a tratar con inmenso respeto a quienes nos rodean, a compadecernos de sus necesidades y a tratar de remediarlas, es decir que despierta el amor fraterno y la compasión llevándonos a amar al prójimo y a reconocer en él a un hermano.
Hoy en Venezuela y el mundo, donde está presente la familia agustiniana, ARCORES es la mano piadosa que alivia el dolor y el sufrimiento de los hermanos que están en condición de carencias hasta de lo más indispensable, hace presente la misericordia y consuelo de Dios. Desde ARCORES amamos y servimos con el don de piedad.
Autor: Hna Delis Romero, MAR.