
“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”
1 Tesalonicenses 5, 16-18
Eso significa en lo bueno y en lo malo. El Señor quiere que tengamos un espíritu agradecido sin importar las circunstancias en las que estemos. Es fácil sentir gratitud cuando todo nos sale bien, pero.
¿y en las adversidades?
Incluso en medio del dolor y la dificultad podemos agradecerle por su presencia en nuestra vida y por la obra que realiza en cada uno de nosotros. No olvides que hay un propósito de Dios detrás de este difícil presente: Él te está entrenando para que soportes la adversidad.
La alegría viene de saber que nunca estamos solos. Seamos agradecidos y gozosos porque somos bendecidos. Dios siempre hará lo que es mejor para nosotros. Darle gracias en momentos difíciles es expresarle nuestra plena confianza; podemos creer que Dios usará las circunstancias para su bien y el nuestro.
Toda la situación que vives en este momento puede llegar a agotarte, y los sufrimientos inesperados pueden hacerte dudar del Señor; pero al confiar y agradecerle, serás fortalecido/a. Es su presencia en nuestra vida la que nos renueva para que podamos seguir adelante.
¡Que la adversidad no te robe la paz interior, enfrenta la vida con actitud de fe!
Autor: Viviana Castillo JAR