«Mujer ejemplar no es fácil de hallarla; ¡vale más que las piedras preciosas! … Ella está vestida de fuerza y dignidad, y se ríe sin miedo al futuro»
Proverbios 31, 10.25
Estudiar, trabajar, ser buena esposa, concebir, criar, hacer las tareas del hogar, asistir al curso… Son algunas de las tareas que las mujeres hacen durante todo el día, y para no hacerlo más extenso debo agregar que la mujer también es voluntaria, por ello, con este artículo te invito a reflexionar acerca del papel tan valioso que actualmente realizan cientos de mujeres no solo en sus familias, sino también en nuestra red solidaria.
Heroinas que transforman vidas
“Transformar vidas” me parece una frase muy romántica, pero al profundizar en ella, encuentro que previa a esa transformación han existido necesidades como: pobreza, enfermedad, injusticia, falta de educación, falta de amor, desesperanza, escasez e incluso falta de dignidad humana.
Pensar en la magia de la transformación también implica ser conscientes de la vida tan dura que muchas personas han tenido y que incluso les ha llevado en muchas ocasiones dudar de la existencia de Dios, frente a esta situación pienso en el voluntariado, especialmente en el de las mujeres que sumado a sus trabajos personales asumen la valentía a través de los proyectos de nuestra red de transformar y sanar las heridas físicas y espirituales de nuestros beneficiarios.
¡Dios sí existe!
El voluntariado es una labor que no es compensado materialmente, por ello reconocemos y agradecemos todo lo que en nuestra red hacen: atender ancianatos, casas de hogar, centros comunitarios, comedores, entregas de alimentos, entregas de ayudas escolares… y para nada quiero desestimar el trabajo que hacen los hombres en nuestra red, pero si vemos nuestra lista de voluntarios encontramos que las mujeres lideran este servicio, y al pensar en la misión de este voluntariado se me viene a la mente la cantidad de sonrisas que reciben al ayudar a cada joven, niño y anciano, creo que con cada ayuda no solo se les beneficia materialmente, sino que se les recuerda que Dios sí existe y que ARCORES conmemora esa existencia con cada acción social ofrecida.
Desde el corazón
Este artículo tiene la intención de agradecer a todos los benefactores que hacen posible cada proyecto, pero especialmente va dedicado a todas las voluntarias de ARCORES Venezuela que de manera desinteresada han sido partícipes de sonrisas y de transformaciones que no serían posible sin su contribución generosa.
Espero que esta lectura no solo te ayude a reflexionar, sino que además te sirva de estímulo para que también te sumes a nuestra red como socio o como voluntario, y así juntos sigamos gritándole al mundo que Dios sí existe.
¿Te gustaría sumarte como voluntaria? Haz clic aquí, y únete a nuestra Red Solidaria.