En ARCORES Venezuela queremos vivir el Adviento desde el corazón, dejándonos guiar por el espíritu de fidelidad, solidaridad y servicio que caracteriza nuestra misión. Este tiempo sagrado nos invita a preparar el camino del Señor que viene, renovando nuestra mirada y nuestro compromiso con quienes más necesitan de luz y consuelo. Con ese propósito, hemos preparado un Camino de Adviento inspirado en tres actitudes esenciales: esperanza, fe y alegría.
El Adviento comienza para nosotros con un camino de esperanza, esa virtud que nace cuando confiamos en que Dios actúa incluso en medio de nuestras dificultades. “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz” (Isaías 9,2), nos recuerda que ninguna realidad humana está lejos de la luz de Dios. En un país que enfrenta retos cotidianos, la esperanza se convierte en la fuerza que impulsa a ARCORES a seguir acompañando, alimentando, educando y sanando. Es la certeza de que cada acción solidaria es una semilla de futuro.
Continuamos con un camino de fe, un llamado a confiar en la presencia de Dios que camina con nosotros y nos sostiene. “Caminamos por fe y no por vista” (2 Corintios 5,7) nos invita a no desanimarnos, sino a creer profundamente que el Señor se hace presente en la vida de cada beneficiario, voluntario y colaborador. La fe es ese motor interior que nos permite servir aun cuando las circunstancias parecen adversas; es la convicción de que nuestro trabajo solidario tiene un impacto real y transformador.
Finalmente, el Adviento nos guía hacia un camino de alegría, la alegría sencilla y profunda que brota del encuentro con Dios y con los demás. “Estén siempre alegres en el Señor; lo repito, estén alegres” (Filipenses 4,4). Esta alegría es la que se refleja en cada obra de ARCORES Venezuela: en la sonrisa de un niño que tiene acceso a educación, en el alivio de una familia que recibe alimentación, en la compañía ofrecida a nuestros ancianos. Es una alegría que nace del dar, del compartir, del sentirnos parte de una misma familia que camina unida hacia la Navidad.
Invitamos a toda la comunidad ARCORES Venezuela a recorrer este Adviento con un mismo corazón: esperanzado, fortalecido en la fe y rebosante de alegría. Que este camino nos prepare para acoger al Dios que viene a iluminar nuestra historia y a renovar nuestra misión de seguir transformando vidas, movidos desde el corazón.
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