La Cuaresma es un tiempo propicio para incrementar las obras de caridad, y sobre todo, para acercarse más a Dios. Es por ello, que las obras de misericordia, tanto corporales como espirituales son una herramienta propicia en camino a la Pascua.
La misericordia es uno de los frutos de la caridad, la cual nos permite mostrar amor y compasión a quienes experimentan cualquier sufrimiento, ya sea mental, corporal, del corazón o del alma.
1.- Dar de comer al hambriento
Dios premia y bendice a quienes socorren al hambriento y al sediento. Es una acción que está al alcance de todos.
2.- Vestir al desnudo
Vestir al desnudo es otra de las obras de misericordia que puedes practicar. Aprenderás a compartir la vestidura del honor, del respeto a la dignidad y protección hacia los demás.
3.- Visitar a los encarcelados
Esta Cuaresma es propicio para visitar a los sufren en las cárceles, llevarles el testimonio del perdón y ser el rostro de misericordia que tanto necesitan las almas.
4.- Proteger a las personas sin hogar
En la actualidad, hay muchos migrantes por razones y motivos variados; cada vez están más presente en las calles de nuestras ciudades. Puedes ayudarles al igual que a muchas familias que lo han perdido todo.
5.- Visitar a los enfermos
Visitar y cuidar a los enfermos es la primera de las obras de misericordia corporales. Puedes visitar los hospitales, asilos y unirte a la Pastoral de la Salud, para ejercitarte en esta obra.
A través de las obras de misericordia se puede mostrar al prójimo el amor de Dios, capaz de transformar “el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia”.