
Aquí, cada día, se escribe una historia de amor y compromiso hacia los más vulnerables de nuestra sociedad: nuestros niños y niñas.
Este centro ha sido bendecido con una distinción especial: ha sido certificado como un Espacio Seguro por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño CELAM y la Centralidad de la Niñez. Es un reconocimiento no solo a sus instalaciones, sino, sobre todo, al compromiso inquebrantable de todo su equipo con el bienestar y la seguridad de cada niño y adolescente que cruza sus puertas.
Dirigido por la Parroquia San Pío X de los Agustinos Recoletos, este lugar acoge a los más pequeños de la comunidad, ofreciéndoles mucho más que un techo y una comida.
Aquí, se les brinda un espacio alternativo para el refuerzo escolar, donde el conocimiento y la creatividad se entrelazan para construir un futuro más brillante.
Se les alimenta no solo con comida para el cuerpo, sino también con valores, amor y cuidado para el alma. Cada risa, cada abrazo, cada mirada llena de ilusión que se encuentra en este lugar es un recordatorio de que, incluso en medio de la oscuridad, siempre hay luz.
Y esa luz, esa esperanza, nace del amor y la solidaridad que impregna cada rincón del Centro Comunitario San Judas Tadeo. Los niños no solo encuentran un refugio seguro, sino también una familia extendida que los apoya, los guía y los impulsa a alcanzar sus sueños más grandes.
Únete a nosotros en esta noble causa. Tu apoyo, tu solidaridad, hacen posible que este refugio de esperanza siga brillando cada día más fuerte. Juntos, podemos transformar vidas y hacer que los sueños de nuestros niños se hagan realidad. Porque aquí, en el Centro Comunitario San Judas Tadeo, el amor es la fuerza que nos impulsa a seguir adelante.