
Llegó diciembre, el mes más esperado del año. Todos, mayores y pequeños, aguardan ilusionados la venida de la Navidad, momentos de gozo, unión, reencuentros familiares, tiempo de paz, amor y reconciliación.
Las ciudades se adornan, todo son luces, colorido, tanto en calles como en comercios, pero esto no es la Navidad. Es triste ver como la mayoría de los niños, jóvenes e incluso mayores, cada vez más, desconocen el verdadero sentido de las fiestas navideñas.
¿Cuál es el verdadero sentido de la Navidad?
«Navidad es tiempo de luz y de esperanza», nace Jesús. «Aquel que es la luz del mundo», luz de esperanza, que acaba con la oscuridad de vidas sin sentido, que nos ilumina para saber compartir, reflexionar y perdonar.
La Navidad celebra que Jesús se hizo hombre, dio su vida por nosotros y nos dejó el mandamiento del amor: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Son días de alegría, pero sobre todo es un tiempo de esperanza, esperanza con mayúsculas, que abra la puerta a nuevas oportunidades para lograr entre todos una sociedad más justa y solidaria.
Que esta Navidad nos acerque más a nuestros hermanos que carecen de lo más necesario, a las familias en paro, a los enfermos, a las personas sin hogar y nos haga compartir nuestra alegría y nuestros bienes con los más necesitados.
Seamos generosos no solo en lo económico, también con el corazón; muchos hermanos nuestros necesitan cariño, acompañamiento, ser oídos, y no hay días mejores que los de Navidad para compartir.
La Navidad nos habla de luz, de encuentro de Dios con el hombre, y siguiendo su ejemplo todos los cristianos debemos ser «luz y esperanza» para nuestro prójimo, para nuestros hermanos que sufren.
En esta Navidad, todos los cristianos debemos hacer realidad esta esperanza, compartiéndola con los demás, anunciando que todos los días, no sólo en Navidad, nace Jesús en cada corazón.
Tu también puedes ser luz de esperanza en esta navidad ingresando aquí.