
“YO SOY EL QUE SOY … Este es mi nombre para siempre” (Éxodo 3: 14 –15).
Dios se llamó a sí mismo YO SOY EL QUE SOY en el libro de Éxodo, y esta declaración resume tanto: ¡Él ES!
Dios es, fue y siempre será, en cada temporada, cada momento y cada época de tu vida: bueno, justo, misericordioso, sabio, paciente y mucho más. Permítete experimentar su amor; Él todo el tiempo nos comunica que nos ama, pero debemos abrir nuestro corazón y estar expectantes de la forma en que nuestro Padre nos lo hace saber.
Él es fiel, su fidelidad es eterna para todo aquel que lo busca de corazón. Aun cuando nada parezca prevalecer y las olas comiencen a crecer, DIOS SIGUE SIENDO DIOS. Por eso, mira hacia el futuro con humildad y esperanza porque es Dios, no nosotros, quien lo controla.
Medita en todo lo que ha sucedido estos últimos días que te haya permitido sentir el amor de Dios. Cuando experimentamos su amor, somos capaces de afrontar la vida con una actitud de seguridad y alegría, porque sabemos que Él nos ama y siempre hará obrar todo para bien.
Él nos pide entregar nuestras aflicciones, dejar en sus manos nuestros problemas, aprender a abandonarnos en su voluntad y, por sobretodo, que sea el centro de nuestras vidas.